lunes, septiembre 18, 2006

La "pequeña" diferencia

La Naranja vs La Cola


Debemos empezar a consumir cada día mas y mas las frutas frescas de productores mexicanos; si tienes dinero para comprar bebidas embabotelladas llámese Coca, Pepsi, Jumex o Del valle, bien puedes por tu salud física y mental empezar a cambiar tus hábitos comprando frutas de la temporada, papaya, sandia, guayabas, mangos, naranjas, limones, tamarindos, etc. etc...para hacerte unas aguas frescas y ay así generar mas empleos directos y en el campo mexicano, evitaríamos que menos campesinos emigren y darles menos dinero a los dueños de las embobadotelladoras. Déjense de jaladas y pónganse las pilas, los auspiciadores del fraude son los mismos que nos "catafixian" chile por chile, son los mismos envenenadores ( bebidas embotelladas, frituras, panes engordadores, son los mismos explotadores del ahora si que tengan su bolillo y su chesco para que disfruten su programa del chavo del ocho o de la fea mas fea y que se entretengan un buen rato, no? Y a los mas letrados ahí les va su López-Choriga, ni madres... NO MAS DE LO MISMO!!! En 2 meses solo he visto 3 horas de Taravisión y la mayor parte de ese tiempo fue para ver y oír a uno de los reporteros mas elocuentes, a Julio Hernández López, ese si es un héroe chingao, no chíngaderas!!! Y si no fuera por la participación de el y de Lorenzo Mayer el programa de Trujillo ya hubiera perdido todo el interés de mi parte, los calambres ya ni broma llegan, no valen madre, así que yo ya le mantengo apagada a la tele, Coca- Cola? Nunca fui fan de esa bebida, así que no me costo el mas mínimo esfuerzo dejar de consumirla.
Bimbo? Cero, nada, de nada,
Jumex? Cero, tampoco.Créanme que me sentía orgulloso de todas esas empresas nacidas en México, pero después de veré todas las tizanaderas que hacen pues ahí muere y si los seudo-norteños se quieren seguir tragando todas esas porquerías porque según ellos ni hubo fraude y nada paso, pos que ellos que con su PAN se lo traguen, que se envenenen solitos.

Las naranjas: Gracias a su agradable sabor, a sus propiedades refrescantes y bajo costo en el mercado, constituyen una de las principales frutas de mesa, y son muy populares y consumidas por toda la población. El jugo de naranja suele ser el primer sabor a fruta que prueban los bebés, y supone a partir de los 5 meses el único aporte complementario de vitamina C a la dieta, entre otros nutrientes. Presentan un tamaño idóneo para el consumo individual y su cáscara protege la pulpa y evita que el interior se deteriore, por lo que tienen la ventaja de que se pueden llevar a cualquier parte y ser consumidas en cualquier momento del día.

La naranja y su zumo son fuente excelente de vitamina C, flavonoides y beta-caroteno, por lo que esta fruta se considera especialmente interesante para la salud cardiovascular. Estas sustancias tienen función antioxidante; inhiben la oxidación del llamado "mal colesterol" (LDL-c) e impiden que éste se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos y previenen de este modo la aterosclerosis. Estas sustancias tienen capacidad antioxidante; combaten la acción nociva de los radicales libres, sustancias responsables del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y de cáncer.
Una naranja mediana o un vaso de jugo cubren prácticamente el 100% de las recomendaciones de vitamina C, que son de 60 miligramos para una persona adulta. No obstante, hay situaciones que aumentan los requerimientos de dicho nutriente: tabaquismo, alcoholismo, toma de ciertos medicamentos, embarazo y lactancia, estrés, defensas disminuidas, la práctica intensa de deporte, el cáncer, el Sida, las enfermedades infecciosas y las inflamatorias crónicas, como el reumatismo.
En estos casos, está particularmente recomendado el consumo habitual de naranjas. Y para el resto de la población, comerlas, puede reportar más beneficios durante los meses invernales y en los cambios estacionales, cuando son frecuentes los altibajos en el sistema de defensas, y se es propenso a contraer catarros o infecciones.

Otras vitaminas

Por su abundancia en ácido fólico, vitamina imprescindible en los procesos de división y multiplicación celular que tienen lugar en los primeros meses de gestación, el consumo de naranjas resulta especialmente interesante para las mujeres embarazadas.
En caso de anemia ferropénica, es muy útil y recomendable consumir esta fruta acompañando a los alimentos ricos en hierro o a los suplementos de este mineral. La vitamina C aumenta notablemente la absorción de hierro y esto acelera la recuperación.

Aporte de fibra
La naranja aporta una cantidad significativa de fibra, la mayor parte de la cual se encuentra en la pulpa blanca que hay debajo de la piel y entre los gajos, y que en muchas ocasiones se desecha, sobre todo cuando se elabora un jugo. Se trata de fibra soluble, que retiene agua, por lo que el consumo de la naranja (mejor entera o en jugo con la pulpa) favorece el tránsito intestinal; ayuda a disminuir la absorción de grasa y colesterol, al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre) y tiene un efecto saciante, por lo que resulta una fruta indicada para las personas con hipercolesterolemia, diabetes y exceso de peso.
Para los deportistas, por su contenido en potasio, vitamina C, carotenoides y otros nutrientes, constituye una buena alternativa para reponer los minerales y el líquido perdidos después de la actividad física y para minimizar el riesgo de lesiones y potenciar las defensas. Su jugo mezclado con agua, bicarbonato y azúcares puede hacer perfectamente las funciones de bebida rehidratante durante la competición en deportes que tengan una duración mayor a 90 minutos, en los que las pérdidas de glucosa, agua y electrólitos son más acusadas.
La nutrición en la edad adulta se debe enfocar a mantener la salud y a prevenir el desarrollo de enfermedades, mediante el seguimiento de una alimentación variada, sana y equilibrada de acuerdo a la edad, sexo y actividad física de la persona. Los hábitos alimentarios saludables se han de combinar con unos hábitos de vida propicios que incluyan la práctica regular de ejercicio físico, así como la reducción de tóxicos como el alcohol y el tabaco. Y es que la nutrición ha pasado a ser una herramienta que se emplea no sólo para evitar las enfermedades por deficiencia sino como una defensa contra los trastornos crónicos y contra el fraude.